martes, 31 de octubre de 2017

PINTAR EL CIELO





Detrás de la sombra, aire,
y detrás del aire un cielo
del que no sé su color.
Voy a pintarlo este rato,
ahora,  a la sombra del sol,
mientras se me va la tarde
y, en el patio de mi casa,
alegres juegan los pájaros
con sus canciones de amor.

¿Será melodía ese cielo?,
¿habrá en el cielo pasión?.
Seguro que no hay mentira,
ni mediocridad, no habrá
sones que rumian traiciones,
silencios negros que son
navajas bien afiladas
que acechan, disimuladas,
un pecho donde clavarse.
No, no,
de esos colores no hay cielo

Será cielo esa sonrisa
que nos enlaza a los dos
al poner nuestras miradas
frente por frente, los dos,
y saber que allá, en tus pupilas,
engarzadas en esmeralda,
turmalina, lapizlazulli,
ágata o en  azabache,
jugando se encuentra Dios,
eternamente jugando
a ser poeta. Ese es el color del cielo
que se cuela entre los dedos
para que lo retengamos
sin dejar se nos escape  
                           José Luis Molina

                      1 noviembre 2017. Todos los Santos


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