miércoles, 14 de mayo de 2014

CRUZAR EL PARQUE

NR.-De momento anónimo. Agradecería si alguien sabe de la autoría, lo comunicara


He cruzado el parque, temprano.
El cielo está encapotado, y el sol no ha podido salir aún.
Ya en las mismas cancelas de las puertas por donde he accedido, me ha acogido una intensa sensación de paz.
Una sensación de entrar en "lo sosegado" en el silencio, en el cobijo envolvente de la umbría...
Palomas y pájaros mañaneros, ocupando el aire...
Las hojas de los platanos de sombra, de los paseos, aún no han sido recogídas  del suelo, e invitan a ser pisadas con parsimonia, para oir su crujido bajo los piés...
Cruzar un parque, por la mañana, temprano, nos obsequia con la posibilidad de comenzar el día en la Gratitud.
Cruzar un parque, es un regalo, a cualquier hora del día.
Es un privilegiado momento para escucharse uno a sí mismo.
Para encontrarse con lo que me ocupa, para hacer un alto, y despejar el corazón de pesos inútiles...
Tantos pensamientos, creencias (que arrastramos desde niños), preocupaciones, zozobras, miedos... cosas, todas,  que pertenecen a un pasado, aunque sea cercano, que no está aquí...
O a un futuro, aunque sea cercano, que tampoco está aquí...
Cruzar un parque, es un momento de inténso presente.
De recuperar toda la fuerza, la energía, la alegría para este  presente. Para este vacío presente, siempre ocupado por pasados o futuros...
Cruzar el parque, es un momento de liberación, de dejar que Libertad, nos haga respirar su aliento.
Cruzar un parque, es también un  delicioso momento para mirar, para acoger a esos otros que también cruzan...
Dentro de un parque, somos todos de una misma familia.
Somos hijos de un mismo Padre. Todos protegidos por un mismo Amor que nos acompaña en nuestro cruzar los innumerables parques de nuestra vida....

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