domingo, 30 de junio de 2013

SOBRE EL PAPA FRANCISCO

Me llegó hace algún tiempo y quedó guardado en una carpeta. Ahora decido sacarlo y colgarlo porque  a consecuencia de los últimos acontecimientos, escandalos y detenciones en torno al IOR (El Banco del Vaticano) y los funestos personajes que lo protagonizan, la gente comienza a opinar, lamentablemente sin mucho fundamento ni concimiento de causa, sino más bien movidos por la morbosidad del escándalo que enriquece a las revistas especializadas en estos asuntos. 
Soy partidario de que se conozca a fondo los acontecimientos, pero tam bién de la responsabilidad que tenemos de informarnos para no degradar y tribvializar los asuntos reduciendolos a chismes.
Por eso ahora saco y cuelgo el sigueinte artículo. No habla del escandalo financiero y ético de estos días en particular y de manera concreta. Pero si habla del panorama en el que situar al Papa Francisco, más alla de la simpatía anecdótica. Y sirve para que los creyentes mantengamos nuestra actitud de espectante espera y nuestra preocupación por este pastor siendo consciente de los riesgos y presiones con los que se tendrá que enfrentar, mejor, se estará enfrentando, sin duda

José Luis Molina







Francisco, Papa Todopoderoso
Jorge Costadoat, SJ. (Chile)
El Papa Francisco ha acumulado poder como para realizar importantes cambios en la Iglesia. En estos momentos es casi todopoderoso. Tener poder, sin embargo, es inquietante. El poder se puede usar para imponerse a los demás o para exponerse a los demás, para oírlos, para interpretarlos, para representarlos y dejarse vencer por sus legítimos anhelos.
Francisco ha sido elegido con una inmensa cantidad de votos. Los cardenales lo respaldan. Le han confiado la reforma la Curia romana. Habrán visto en él un hombre libre y capaz para emprender esta compleja tarea.





Además, Francisco ha ganado la simpatía de la mayoría de los católicos. Sus gestos de humildad y cercanía a la gente le han valido un apoyo multitudinario. Su predilección por los pobres, sus ansias de una iglesia pobre y sus comportamientos de persona común y corriente, expresan infinitamente mejor el sentido del Evangelio que los salones, los oros y los inciensos. Hay esperanzas de cambio, quién lo duda. No esperanza de seguridades. De cambios y no de vueltas al pasado. El Papa ha ganado poder popular para hacer las transformaciones que la mayoría de los católicos quiere.
Francisco, por último, desencadena las expectativas de respeto y de autonomía de las iglesias locales y regionales, humilladas por el trato que les ha dado la Curia romana. Humilladas, pero sobre todo impedidas de inculturar la Iglesia Católica en sus propias culturas. Muchos obispos y presidentes de conferencias episcopales deben ver con muy buenos ojos que el Papa establezca con ellos relaciones como las que el Vaticano II propuso y no logró. El Concilio apostó por un funcionamiento colegial del episcopado mundial. El Vaticano II apostó por la horizontalidad y la comunión entre los obispos, por el diálogo y la colaboración. Lamentablemente los últimos papas no pudieron revertir el poder del monocentrismo y el verticalismo pre-conciliar. Benedicto no tuvo fuerzas para doblarle la mano a la Curia. Sucumbió a sus malas artes. Pero Benedicto sí tuvo sensatez e inteligencia para despejarle el camino al sucesor que tendrá que reformarla.
Los obispos latinoamericanos, y los demás católicos latinoamericanos representados por ellos, hemos sido víctimas de la prepotencia de la Curia. El último gran bochorno fue la adulteración que se hizo de los documentos de la Conferencia episcopal reunida en Aparecida (2007). Unos fueron los textos que los obispos redactaron, aprobaron y enviaron a Roma; otros los que volvieron de Roma, con alteraciones leves y graves. Pero, ¿cuánto más han debido soportar nuestros pastores? No lo sabemos. ¿Cuántas acusaciones anónimas? ¿Robos de papeles, espionajes, delaciones y zancadillas…? Todas las malas prácticas de que fue víctima Benedicto XVI, perfectamente han podido ser sufridas por los episcopados y conferencias de las distintas partes del mundo.
El Papa Francisco tiene en este momento un enorme poder. Lo tiene para cambiar la Curia, pero talvez también para hacer cambios muchísimo mayores. Levantemos la mirada. Francisco simboliza los cambios que reclama la Iglesia desde el Tercer Mundo. La Iglesia tercermundista tiene ansias de ser una iglesia digna y pobre. No basta con ser católicos en países periféricos e insignificantes. También en estos países hay sectores de fieles que más querrían ser occidentales y pertenecer a una iglesia de tradiciones culturales europeas. Pero los católicos animados por los impulsos renovadores del Concilio Vaticano II, especialmente los latinoamericanos convencidos de la necesidad de inculturar el Evangelio en las culturas locales del continente y hacerlo de acuerdo a la “opción de Dios por los pobres”, tienen hoy puesta su mirada en un Papa que los puede sacar de la humillación de ser tratados como cristianos de segunda categoría.
¿Cómo podría ocurrir algo así? ¿Cómo podría este Papa empezar a hacer cambios mucho más importantes que reestructurar la Curia? Lo principal será volver al Evangelio. Lo cual requerirá, en este caso, de mucha inteligencia, creatividad, paciencia y espíritu de lucha. Habrá enemigos. Los hay.
Hemos dicho que Francisco tiene en estos momentos tres grandes poderes. Es casi todopoderoso; los numerosos votos, la popularidad y el favor muy probable de los obispos locales. Lo decisivo será -no hay que engañarse- ejercer estos poderes en la clave del “poder” de la cruz. Francisco conoce el poder de la pobreza. La pobreza, la cruz y el despojo de la voluntad de poder, paradojalmente, no solo son los medios a través de los cuales aquellos tres poderes podrían ser puestos al servicio de un anuncio del Evangelio auténticamente cristiano. Pues no basta juntar fuerzas y aplicarla contra viento y marea para cambiar la Iglesia. La Iglesia de Cristo realmente cambiará cuando ella anticipe el Reino de Dios en comunidades en las cuales los más pobres, con su cultura y su dignidad, sean efectivamente protagonistas y dueños de la Iglesia como de su casa.
Pues bien, para que algo así ocurra se ofrece, precisamente en estos momentos, una vía de gobierno que Francisco podría tomar. Si el Papa más que gobernante de la Iglesia mundial opta por ser “obispo de Roma”; si en vez de arreglar la Curia para controlar mejor a las iglesias regionales y locales; si continúa por la senda de la humildad y evita la tentación de la papolatría, las demás iglesias podrán respirar y sacar personalidad propia. Hasta ahora las demás iglesias han sido presas del miedo. Sus representantes suelen ser vigilados y acusados. El miedo impide a muchos obispos y sacerdotes correr riesgos, inventar alternativas pastorales, prescindir de benefactores que les quitan libertad… Si Roma cambia el modo de relación con las demás iglesias, si confía en ellas, si les da libertad para inculturar su fe en categorías y símbolos propios, llegaremos a tener una Iglesia verdaderamente católica, es decir, universal y plural.
¿Qué Curia se necesita para que algo así suceda? Una Curia que renuncie definitivamente a la Cristiandad (recurso a los Estados, ánimo hegemónico y doctrinas uniformantes) y al estilo cortesano (liturgias pomposas, tradicionalismos hueros, protocolos complicados, palabras acaracoladas); una Curia que fomente el surgimiento y fortalecimiento de diversas maneras de ser católicos. Esto ocurrirá, podría ocurrir, si el Papa Francisco devuelve dignidad y libertad a la Iglesia dispersa en el planeta. Si las iglesia locales y regionales de América Latina, Asia, Europa, África y Oceanía se convierten en protagonistas en pleno derecho de ejercer su bautismo, de pensar con autonomía, de elegir sus autoridades, se realizarán cambios realmente importantes. Cambios mayores.



PD.- Si alguien quiere saber del autor del artículo, se incluye, en el link una entrevista a Jorge Costadoat, SJ, y teólogo en Chile
 
http://www.youtube.com/watch?v=amMRFDwPoQM

viernes, 28 de junio de 2013

El ARTE DE CUIDAR A LOS ENFERMOS

NB.- Aunque Leonardo Boff  al final de este artículo se dirige o se refiere, principalmente, a los especialistas y técnicos sanitarios, creo que la realidad nos afecta y nos involucra, de alguna manera, a todos. Por eso la cuelgo en este blog con el deseo que nos pueda ayudar y, al final, pueda revertir en beneficio de quienes nos rodean que, siempre, en alguna ocasión, necesitará de nuestros cuidados 




 Retomo aquí algunas ideas referentes a las actitudes que deben estar presentes en las personas que cuidan a los enfermos ya sea en casa o en el hospital. Veamos algunas de ellas.
Compasión: es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y sentir con él. Que perciba que no está solo en su dolor.
Caricia esencial: tocar al otro es devolverle la certeza de que pertenece a nuestra humanidad; el toque de la caricia es una manifestación de amor. A menudo, la enfermedad es una señal de que el paciente quiere comunicarse, hablar y ser escuchado. Quiere encontrar un sentido a la enfermedad. El enfermero o la enfermera y el médico o la médica pueden ayudarle a abrirse y hablar.

 Testimonio de una enfermera: "Cuando te toco, te cuido, cuando te cuido te toco… Si eres una persona mayor te cuido cuando estas cansado; te toco cuando te abrazo; te toco cuando estás llorando, te cuido cuando ya no puedes andar".
Asistencia sensata: El paciente necesita ayuda y la enfermera o enfermero desea cuidar. La convergencia de estos dos movimientos genera reciprocidad y la superación del sentimiento de una relación desigual. Crearle un soporte que le permita mantener una relativa autonomía. La asistencia debe ser prudente: incentivar al paciente a hacer todo lo que él pueda, animarle a hacerlo y asistirlo solamente cuando ya no puede hacerlo por sí mismo.
Devolverle la confianza en la vida: Lo que más desea el enfermo es recuperar el equilibrio perdido y volver a estar sano. De aquí que sea decisivo devolverle la confianza en la vida, en sus energías interiores, físicas, psíquicas y espirituales, pues ellas actúan como verdaderas medicinas. Incentivar gestos simbólicos cargados de afecto. No es raro que los dibujos que una niña hace para su padre enfermo susciten en él tanta energía y buen ánimo como si hubiera tomado la mejor de las medicinas. Ayudarle a acoger la condición humana: Normalmente el paciente se pregunta sorprendido: ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí ahora que todo me iba tan bien? ¿Por qué si soy joven aun me ataca esta grave enfermedad? ¿Por qué las relaciones familiares, sociales y laborales se cortan por la enfermedad? Tales interrogantes remiten a una reflexión humilde sobre la condition humaine, expuesta en todo momento a riesgos y a vulnerabilidades inesperadas.

Toda persona sana puede enfermar. Y toda enfermedad remite a la salud que es el principal valor de referencia. Pero no conseguimos saltar por encima de nuestra sombra y no hay modo de acoger la vida así como es: sana y enferma, fuerte y frágil, apasionada por vida y teniendo que aceptar eventuales enfermedades y, en última instancia, la misma muerte. En esos momentos los pacientes hacen profundas revisiones de vida, no se contentan solo con las explicaciones científicas (siempre necesarias) dadas por los médicos, sino que ansían un sentido que surge a partir de un diálogo profundo con su Self o de la palabra sabia de un sacerdote, de un pastor o de una persona espiritual. Recuperan entonces valores cotidianos que antes ni siquiera notaban, redefinen su plan de vida y maduran. Y acaban teniendo paz. Acompañarle en la gran travesía: Hay un momento inevitable en que todos, hasta la persona más anciana del mundo, tenemos que morir. Es la ley de la vida, sujeta a la muerte. Es una travesía decisiva. Debe ser preparada por toda una vida que se ha guiado por valores morales generosos, responsables y benéficos. Sin embargo, para la gran mayoría, la muerte es sufrida como un asalto y un secuestro ante los cuales se siente impotente. Y finalmente se da cuenta de que debe entregarse.
La presencia discreta, respetuosa de la enfermera o del enfermero, dándole la mano, susurrándole palabras de consuelo, invitándolo a ir al encuentro de la Luz y al seno de Dios que es Padre y Madre de bondad pueden hacer que el moribundo salga de la vida sereno y agradecido por la existencia que vivió.
Si tiene una referencia religiosa, susurrarle al oído las palabras tan consoladoras de San Juan: Si tu corazón te acusa, recuerda que Dios es más grande que tu corazón (3,20). Puede entregarse tranquilamente a Dios cuyo corazón es de puro amor y misericordia. Morir es caer en los brazos de Dios.
Aquí el cuidado se revela mucho más como arte que como técnica y supone en el profesional de la salud densidad de vida, sentido espiritual y una mirada que va más allá de la vida y de la muerte.
Alcanzar ese estadio es una misión que el enfermero y la enfermera, también los médicos y las médicas deben buscar para ser plenamente servidores de la vida. Para todos valen estas palabras sabias: La tragedia de la vida no es la muerte, sino aquello que dejamos morir dentro de nosotros mientras vivimos.            

EN HOMENAJE A NELSON MANDELA

El mundo entero está expectante. Pese a los graves y grandes problemas de la actualidad, el mundo está expectante. NELSON MANDELA, un icono esencial de nuestra época, una persona que engrandece al ser humano y lo eleva por encima de tanta mediocridad que atiborra los medios de comunicación, etc, gritando con su testimonio que el ser humano es capaz de grandes cosas, se encuentra, a sus 95 años en una situación de salud grave y crítica, haciendo temer un desenlace irreversible. Y el mundo, no sólo en Sudáfrica, se manifiesta en multitud de formas de reconocimiento a este hombre que FUE (optó por SER) e hizo en coherencia con lo que QUISO SER.
Nosotros, desde nuestra fe cristiana lo sentimos tan dentro del Reino que lo consideramos un bastión para nuestra fe.
Y por ello, como un humilde reconocimiento por nuestra parte, transcribimos las 67 MANERAS DE MEJORAR EL MUNDO, autoria de Nelson Mandela




El 18 de Julio, fue el cumpleaños 92 de Nelson Mandela, el Mundo agradeció sus grandes sacrificios y esfuerzos celebrando su vida. Mandela propuso 67 maneras de Cambiar el Mundo

Haciendo cosas simples que están a nuestro a alcance, pero ello brindará una gran ayuda a personas que lo necesitan y marcaran la diferencia de hacer un Mundo Mejor, iluminará sus vidas y ell@s iluminarán a otr@s...las cosas que hagamos hoy formara parte de la Historia y de nuestro Futuro . Tendamos la mano y ayudemos.

1.- Haz un nuevo amigo. Conoce a alguien de una cultura diferente. Sólo a través de la comprensión mutua se puede desterrar de nuestras comunidades de la intolerancia y la xenofobia.
2. Lee algo para alguien que no puede leer. Visita de una casa para ciegos y ábrele un nuevo mundo a otra persona.
3. Arregla los baches de tu calle o barrio.
4. Ayuda en el refugio de animales local. Los perros sin hogar necesitan dar un paseo y un poco de amor.
5. Averigua en tu biblioteca local si hay una hora de lectura de cuentos y ofrece leer durante la misma.
6. Ofrece ayudar a un vecino de edad avanzada que no puede conducir para hacer sus compras / tareas.

7. Organiza una jornada de limpieza de basura en tu área.
8. Consigue un grupo de personas que aporten cada uno un cuadro de tela para hacer una frazada para alguien necesitado.
9. Se voluntario en la estación de policía local o en la organización de tu Fé.
10. Dona tus habilidades!
11. Si eres un constructor, ayuda a construir o mejorar la casa de alguien.
12. Ayuda a alguien para que su negocio se levante del piso.
13. Construye un sitio web para alguien que necesita uno, o para una causa que crees que necesita el apoyo.
14. Ayuda a alguien conseguir un trabajo. Prepara e imprime su CV (Currículo – Hoja de vida) para el/ella, o ayúdale a preparar sus habilidades para una entrevista.
15. Si eres abogado, haz un trabajo pro bono (gratuito) para una buena causa o persona, que lo necesite.
16. Escribe a tu concejal del área sobre un problema en el área que requiere atención, y que, a título personal, tu no puedes atender.
17. Patrocina a un grupo de alumnos para ir al teatro / zoo.
 
Ayuda para la buena salud
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18. Toma contacto con las organizaciones locales de VIH y averigua cómo puedes ayudar.
19. Ayuda en el hospicio local, los miembros del personal a menudo necesitan tanto apoyo como los pacientes.
20. Muchos enfermos terminales no tienen a nadie con quien hablar. Toma un poco de tiempo para charlar y llevar un poco de luz a sus vidas.
21. Habla con tus amigos y familiares sobre el VIH.
22. Toma la prueba del VIH y alienta a tu pareja a hacer lo mismo.
23. Lleva una bolsa llena de juguetes a un hospital local que tenga una sala para niños.
24. Lleva a los miembros más jóvenes de tu familia a dar un paseo por el parque.
25. Dona algunos suministros médicos a una clínica de la comunidad local.
26. Lleva a alguien que conoces, y que no se lo puede permitir, para que tenga un examen de ojos o un chequeo de sus dientes.
27. Haga algo por un grupo de apoyo de su preferencia.
28. Promueva una huerta comunal para estimular la alimentación saludable en su comunidad.
29. Dona una silla de ruedas o un perro guía, a alguien que lo necesite.
30. Organiza un paquete de alimentos y entrégalo a alguien que lo necesite.

Conviértete en un educador.

Conviértete en un educador
31. Ofrece tiempo para ayudar en tu escuela local.
32. Hazte mentor de un escolar abandonado o algún estudiante en tu campo de especialización.
33. Sé el entrenador en una de las actividades extra-escolares que ofrece la escuela. También puedes ser voluntario para entrenar en una actividad extra-escolar que la escuela no ofrece.
34. Ofrece dar tutoría y clases de refuerzo en una asignatura escolar en que eres bueno.
35. Dona tu viejo ordenador – computador.
36. Ayuda a mantener los campos de deportes.
37. Ayuda a mejorar un salón de clases mediante la sustitución de ventanas rotas, puertas y lámparas.
38. Dona una bolsa de materiales de arte.
39. Enseña en una clase de alfabetización de adultos.
40. Ayuda a pintar los salones y edificios escolares.
41. Dona tus viejos libros de texto, o cualquier otro buen libro, a la biblioteca de la escuela. 

Ayuda a quienes viven e
Ayuda a quienes viven en la pobreza
42. Compra unas cuantas mantas, o toma los muebles y artículos de la casa que ya no usas y dáselos a alguien que los necesite.
43. Limpia tu armario y dona la ropa que ya no usas, a alguien que lo necesita.
44. Prepara paquetes de alimentos para una familia necesitada.
45. Organiza una venta de pasteles, lavado de autos o venta de garaje para la caridad y dona las ganancias.
46. Para los más pobres entre los pobres, los zapatos pueden ser un lujo. No los guardes si no los vas a usar! Pásalos a otro!
47. Hágase voluntario en el comedor de beneficencia local.

El cuidado de los jóvenes
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El cuidado de los jóvenes
48. Ayuda en un hogar de niños locales o en el orfanato.
49. Ayuda a los niños con sus estudios.
50. Organiza un juego amistoso de fútbol, o patrocina a los niños para ver un partido en el estadio local.
51. Hazte entrenador de un equipo deportivo y consigue nuevos amigos.
52. Dona material deportivo a un albergue para los niños.
53. Dona juguetes educativos y libros para un hogar de niños.
54. Pinta o repara la infraestructura en un orfanato o centro juvenil.
55. Hazte mentor de alguien. Toma un tiempo para escuchar lo que los niños tienen que decir y dales un buen consejo.


Tesoro de la tercera edad
56. Si tocas un instrumento, visita la casa local de ancianos y pasa una hora tocando para los residentes y el personal.
57. Conoce la historia de alguien mayor que tú. Con demasiada frecuencia la gente olvida que las personas mayores tienen una riqueza de experiencia y sabiduría y, que muy a menudo, tienen una historia interesante que contar.
58. Acompaña al supermercado a una persona de edad avanzada. Apreciará mucho tu compañía y ayuda.
59. Toma el perro de alguien para llevarlo a dar un paseo si es demasiado débil para hacerlo por sí mismo.
60. Corta el césped de alguien y ayúdale a arreglar las cosas alrededor de su casa.
Cuida tu medio ambiente

61. Si no hay centros de reciclaje en tu área, pídele al concejal de tu área que gestione la instalación de uno.
62. Dona árboles nativos para embellecer los barrios en las zonas más pobres.
63. Recoge periódicos viejos de una escuela / centro de la comunidad / hospital y llévalos a un centro de reciclaje.
64. Identificar los drenajes sin tapa en tu área e informa a las autoridades locales.
65. Organiza la comunidad, la escuela o la organización en que trabaja, para apagar todas las luces innecesarias y fuentes de alimentación por la noche y los fines de semana.
66. Aborda a la gente desordenada con la basura y ve si puedes convencerlos del valor de un entorno limpio.
67. Organiza la limpieza de tu parque local, río, playa, calle, plaza o campo de deportes con unos amigos. Nuestros niños tienen derecho a crecer en un ambiente limpio y saludable.
¿Cuántas de estas cosas has hecho en el último año?
¿Cuales vas a hacer la semana próxima?
¿Vas a seguir quejándote de la vida y el mundo o vas a asumir tu responsabilidad para cambiar el entorno?
Nelson Mandela.

jueves, 27 de junio de 2013

PARA PARAR (si es que se puede decir eso)... NO PARAMOS




El Museo de acuarela  y  un  helado

Como despedida y   clausura del escolar, el taller de Pintura que figura como una de las actividades extracurriculares de la Escuela Inti, organizó una salida pedagógica al  Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño,  ubicado en el tradicional barrio de San Marcos,  en una de las lindas casas coloniales que se conservan  en Quito. 



Ya en el museo, pudimos visitar las salas y asombrarnos con la contemplación de cuadros de acuarela de la exposición permanente y temporal que en estas salas se puede observar, pero, sobretodo, pudimos participar en un taller  interactivo de pintura donde, con cartulina, lápiz y  pincel, dimos rienda suelta a nuestras habilidades.


Guiados por un amable instructor, realizamos el boceto de algún elemento elegido  del hermoso jardín que tiene el museo y que, además, sirve como sala abierta para todo aquel que quiera aprender  la técnica de la acuarela.



Lo más divertido fue ver  como se mezclaban los colores sin desperdiciar para nada las pastillas de acuarela y un efecto de matizado, propio de esta técnica, hizo su aparición en nuestros dibujos de la mano y el pincel del instructor que, con paciencia, nos enseñaba y apoyaba nuestro trabajo artístico.
Fue una tarde linda, que termino con la invitación por parte del museo de volver a visitarles y con un rico helado de regalo de final de taller, en la Plaza de San Marcos entre árboles y palomas.

 Por el Taller de Pintura.
                                                  Marcia Toca

Pd: Por sí alguien quiere conocer más del Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño o vistarlo, colocamos aquí el link de su blog para mayor información.