domingo, 8 de abril de 2012

VIERNES SANTO







La cruz que es grito,



denuncia y bofetada

al abuso, al escarnio,

a la opresión, al crimen,

a toda mezquindad,


y denuncia al engaño,

aparece brillando

con fulgores extraños.



Hemos hecho de ella

signo de distinción

y, domesticada

de toda fuerza de liberación,

se hace cómplice

callada, silenciosa,

ofensiva y solapada,

y tantas veces

convertida en espada.

Pero ésa está vacía

de contenido,

de vida,

de Cristo,

de esperanza.

Junto a esa no lloro.

Mis lágrimas

ni por ella ni desde ella

brotarán

sino desde sus víctimas

que en el crucificado

han puesto su esperanza.
José Luis Molina

No hay comentarios: