El origen de este museo está en la iniciativa del Banco Central del Ecuador que, a finales de la década de los 70, habilitó una casa colonial en el centro histórico de Quito para dedicarla al Museo Camilo Egas, como homenaje a este gran pintor ecuatoriano.
El edificio en si mismo, con todo el sabor de las construcciones civiles de la época colonial de la ciudad, es una gozada con sus anchos muros de adobe, altas y pequeñas ventanas, patio interior con viggas de madera, se fecha, posiblemente a inicios del siglo XVIII.
En el 2004 se reinagura el espacio con una metodología más dinámica donde no sólo se pretende ofrecer una muestra pistórica del artista sino también como una oferta pedagógica de este espacio donde niños y jóvenes pueden interactuar con el arte.
Ofrecemos una pequeña muestra de la producción de Egas que se expone en el museo
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